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Evita la contaminación intradomiciliaria: ¡Recuerda ventilar tu casa!

Con la llegada del invierno, también empeoran los índices de contaminación, generando un aumento de las alertas ambientales y preemergencias producto de la acumulación de esmog, mala ventilación y bajas temperaturas.

Pero, ¿sabías que el aire que respiramos dentro de nuestra casa puede ser mucho más peligroso que el de la calle?

Como su nombre lo explica, la contaminación intradomiciliaria es aquella que se genera al interior del hogar y que se produce, generalmente, cuando no se ventila correctamente la vivienda y se utilizan estufas inadecuadas.

A diferencia de sistemas de calefacción como estufas eléctricas, las losas radiantes, radiadores y calefactores que cuentan con un sistema de evacuación externa, chimeneas, estufas catalíticas y aquellas que consumen parafina son altamente contaminantes porque para generar calor todas necesitan consumir oxígeno mientras liberan carboncillo, partículas de gas y sustancias tóxicas que son imperceptibles.

En este proceso de combustión y muchas veces sin darnos cuenta, este tipo de elementos de calefacción liberan elementos que pueden provocar inflamaciones e irritaciones de las vías respiratorias que pueden convertirse en un caldo de cultivo para infecciones virales o bacterianas.

Algunos de los síntomas que se pueden provocar son náuseas, dolores de cabeza, fatiga, neumonitis, problemas bronquiales, reacciones alérgicas, irritación de las mucosas, reacciones tipo asmáticas, enfermedades al corazón e incluso muerte por asfixia.

Existen algunos factores fundamentales que empeoran el riesgo para la salud de la contaminación intradomiciliaria. Uno de ellos es que durante el invierno, pasamos gran parte del tiempo en interiores. Adicionalmente, en lugares mal ventilados hay una mayor exposición a los contaminantes propios de la calefacción y a otros como bacterias, hongos, virus y mohos. Estos no sólo están presentes en el hogar, sino que también en los lugares de trabajo, por ejemplo en los sistemas de calefacción y en el aire acondicionado.

Recomendaciones  para evitar la contaminación intradomicialiaria:

– Si se utiliza una estufa a parafina o de gas catalítica, se debe tratar de mantenerla prendida por pocas horas. Nunca debe apagarse dentro de la casa y es recomendable mantener siempre una ventana semiabierta para ventilar.

– Recuerda ventilar diariamente las habitaciones.

– Preocúpate de mantener en buen estado la cocina, calefón y estufas.

– Ventila la cocina mientras preparas alimentos que produzcan vapor.

– Nunca uses combustibles adulterados.

– Evita los ambientes con humo de cigarrillo.

– No fumes al interior de habitaciones sin ventilación y en presencia de niños, embarazadas o ancianos.

– Para el aseo, utiliza un paño húmedo y no levantes polvo al barrer.

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